Con el invierno en todo su apogeo es el momento de añadir algo de calor a tu hogar y una forma genial de hacerlo es con un montón de suaves mantas de sofá, las suficientes para hacer que cada habitación se sienta acogedora y confortable incluso en los días más fríos del invierno.
Funcionales y de moda, las mantas de sofá son una manera económica de renovar tu espacio mezclando y combinando estilos, ya que puedes cambiarlas cada estación. Las brillantes o estampadas te darán una nota de color, mientras que las mantas de punto o las telas suntuosas rebosarán comodidad en los días fríos. Por no mencionar que echar una manta o dos sobre la cama o el sofá – junto a algunas alfombras elegantes y unos toques de lujo – da un cambio total de escenario sin necesidad de reformas. Yo he echado mantas en casi todas las habitaciones de mi casa y hasta en el coche (¡porque nunca se sabe!).
Hay tantas opciones que todo el mundo puede encontrar una que encaje con su estilo y su hogar.
Están las estándar, que por lo general son menos pesadas y se utilizan más comúnmente como toque decorativo. Pueden ser de colores, estampadas y divertidas para hacer tu habitación más interesante. Mientras que los tonos neutrales y las texturas sencillas están de moda, los estampados y tonos atrevidos añaden una chispa de color a cualquier estación del año. También creo que mezclar los estampados y colores añade dimensión a los espacios, así que no tengas miedo de probar distintos estilos, colores, estampados y telas, el resultado puede ser impresionante. Pero sin duda las mantas son más para el confort que para decorar, así que no te olvides de tener presente su funcionalidad. Por ejemplo, si eres de los que pasa el invierno tiritando, cambia las mantas ligeras por otras más cálidas, de lana o cachemira; tampoco subestimes una buena manta de algodón, pueden ser sorprendentemente buenas.
Además, os estaréis preguntando si existe una forma perfecta para colocarla. Bueno, sí y no. Lo más importante es no pensarlo demasiado, simplemente lánzala sobre el brazo de tu sofá o el final de tu cama y por lo general se verán geniales y muy naturales. Menos es más.
Sin embargo, si buscas un aspecto más organizado y estructurado puedes colocar las mantas de la cama dobladas horizontalmente a los pies, como un camino de cama, o quizás colocadas a lo largo de una banca donde se verán bonitas a la vez que accesibles. En lo que se refiere a accesorios de dormitorio, no tengas miedo de optar por mantas de punto. Estas piezas robustas son lujosas, de gran tamaño e increíblemente confortables en la cama. La piel sintética también es genial y una forma divertida de suavizar un cuarto contemporáneo o acentuar uno de estilo más rústico.
Otro aspecto menos conocido aunque sin embargo muy útil de las mantas es que pueden ocultar multitud de pecados de la decoración, desde una tela desgastada a patas del mobiliario arañadas. Si no puedes soportar separarte de un mueble y tapizarlo no es una opción, la manta adecuada puede cubrir el problema a la vez que realzar tus sillas.
Recuerda, las mantas son estacionales en cuanto a los colores y las texturas, y al igual que cambias las colchas y los cojines del sofá cada estación, las mantas pueden ser una forma sencilla de renovar la decoración de tu casa cada temporada. Redecora tu espacio para la Navidad, para la nueva estación, o simplemente porque te apetece. Solo asegúrate de limpiarlas según las indicaciones del fabricante cada vez que las cambies, para que estén listas para ser usadas la próxima vez que las necesites.
Por supuesto, estas mantas son perfectas para los espacios de exterior también. Pueden resaltar tu decoración exterior a la vez que ser un accesorio práctico para las noches frescas.
La lana en particular es una excelente tela de exterior. Sólo asegúrate de guardarla correctamente. Al igual que con cualquier otro mueble o accesorio de exterior, no querrás que los elementos la estropeen. Guárdalas en un contenedor hermético al aire libre, o en una cesta en el interior.
Y hablando de cestas junto a la puerta, cuando tus mantas de interior no estén en uso, intenta mantenerlas enrolladas en una cesta bonita o cuélgalas escalonadas en una escalerilla de madera o bambú apoyada contra la pared, pueden ser un gran elemento de diseño en tu hogar, incluso cuando no las estés usando.